Educar sin gritos ES POSIBLE. Te lo digo como madre que está transitando este camino, con sus errores y aciertos, con sus pruebas, con su propia crianza tradicional a cuestas.
Primero te voy a contar qué sucede en el cerebro de tu hijo cuando le gritás, luego vamos a ver juntas cómo trabajar el respeto y los límites sin gritos!
¿Qué sucede en el cerebro de un menor cuando le gritamos?
Especialistas afirman que los gritos generan malestar emocional, disparan los niveles de cortisol, que es la hormona relacionada con el estrés y no permite a los peques pensar claramente ni buscar soluciones a los problemas.
«Si mantenemos los gritos como una forma habitual de educarles, se produce un aumento en los niveles de ansiedad y de estrés en los niños y niñas, así como una disminución de su autoestima, al no sentirse valorados por sus progenitores”.
Natalia Redondo – Instituto La Albuera de Segovia
Algunas de las cosas que suceden a nivel cerebral cuando un niño escucha un grito:
- Libera adrenalina preparándose para huir
- Envía señales de peligro y amenaza
- Se activa el miedo y se bloquea el proceso de aprendizaje
- Vuelve violentos a los niños/as
- Se guardan recuerdos negativos que provocan stress y ansiedad
«Nuestro cerebro identifica esa situación como peligrosa y se pone en alerta. Por eso se generan diferentes sustancias en el cerebro, como cortisol, que es la hormona del estrés. Con lo cual, si solemos gritar, en el cerebro de nuestras hijas e hijos se libera una cantidad muy alta de cortisol que conlleva una desregulación emocional, activándose así un estado de alerta continuo. La consecuencia es que sientan miedo cada vez que casi les miremos, y se sientan inseguras con sus figuras de referencia”.
Henar Martín López – Psicóloga sanitaria, especializada en Psicología Infantil, Terapia Familiar y Género
Ahora que sabemos qué sucede en el cerebro de nuestros hijos cuando les gritamos vamos a ver juntas herramientas para no llegar al grito, te parece?
¿Qué herramientas puedo utilizar para no llegar a gritarle a mi hijo?
Tomar conciencia
Hoy en día tenés la información sobre cómo tu grito va a afectar su cerebro (te la acabo de dar!), ser conciente de que realmente esto daña a tu hijo es el primer paso.
Respirar
Estate alerta en tu interior y cuando veas que la bronca empieza a apoderarse de vos te propongo lo siguiente: frená 1 minuto, por esos 60 segundos respirá profundo, sintiendo como se infla tu pecho y como aflojás de a poco.
Salir
“Cuando una está tan enfadada que va a gritar, también tienes la posibilidad de retirarte. No somos supermujeres ni superhombres”, dice Pax Dettoni. Si ves que no puedes calmarte, retírate, deja a otra persona que resuelva esa situación.
Reforzar tu red de contención
Existen etapas en el desarrollo de un peque donde necesitamos con fuerza una buena red de contención, un espacio seguro para desahogarnos… donde no tengamos que reprimir. Es necesario encontrar y nutrir esa red, ese espacio.
Pedir ayuda
Si realmente pensás que no podés encontrar la calma no está mal pedir ayuda profesional. Maternar/paternar es una experiencia extrema y siempre toda ayuda es bienvenida!
Espero que esta info te resuene: te ayude y podamos seguir compartiendo juntas este camino a la crianza respetuosa. EDUCAR SIN GRITOS es posible!
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